Con estilo, duradero y, en general, libre de óxido, buzones de acero inoxidable son una inversión inteligente para viviendas para estudiantes, edificios de apartamentos, edificios de ocupación múltiple y espacios de trabajo conjunto. Son especialmente adecuados para ambientes marinos exteriores donde los elementos del aire altamente salino y la exposición extrema a los rayos UV pueden dañar rápidamente cualquier trabajo de metal o pintura.

Una de las muchas ventajas de los buzones de acero inoxidable es que son extremadamente resistentes a la intemperie y adecuados tanto para aplicaciones de interior como de exterior. Recomendamos pretratar los modelos exteriores con un tratamiento marino profesional para evitar la corrosión galvánica, un servicio que se ofrece sin cargo en los apartados de correos del Reino Unido, y proteger las unidades interiores de los elementos para reducir el riesgo de deslustre.

Una vez instalado, su buzón de acero inoxidable puede durar hasta 25 años o más con un mantenimiento mínimo. Recomendamos que realice las siguientes tareas de conservación cada tres a seis meses, o más si se encuentra en un entorno particularmente expuesto o hostil:

1. Limpieza y protección

Limpie periódicamente el buzón de acero inoxidable con un paño de microfibra húmedo para eliminar el polvo, los contaminantes en el aire, las marcas de agua y las huellas dactilares, luego seque con un paño seco y sin pelusa. Si es necesario, puede rociar WD40 para eliminar la grasa y la suciedad, recordando limpiar en la dirección del grano. Nunca use lana de acero, cepillos, estropajos, abrasivos fuertes, lejía o líquidos para limpiar ventanas en el buzón de acero inoxidable .

2. Aceite de bisagras y piezas móviles.

Las bisagras de aceite, las aberturas y otras piezas móviles de los buzones de acero inoxidable les permiten moverse libremente. Un poco de WD40 debería ser suficiente para hacer el trabajo. También puede aplicarlo a un paño seco y limpiarlo en las cabezas de los tornillos y accesorios para evitar la oxidación.

3. Bloqueo de lubricación

Engrase las cerraduras de sus buzones al menos dos veces al año para mantener su integridad, especialmente las que están vacías. Las cerraduras de los buzones exteriores pueden congelarse durante el clima frío, así que lubríquelas con regularidad.

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